La rotura es la más grave de las lesiones de tendón de Aquiles.
El tendón de Aquiles aguanta todo nuestro peso corporal. Tiene una estructura fibrosa que une los músculos de la pierna con el hueso que forma el talón. Es el encargado de propulsarnos cuando caminamos, corremos o saltamos. Está sometido continuamente a esfuerzos y un mal movimiento, golpes, el sobrepeso, accidentes o el uso de un calzado inadecuado puede hacer que aparezcan lesiones de tendón de Aquiles.
La tendinitis es una de las lesiones de tendón de Aquiles más frecuentes en deportistas
¿Cuáles son las lesiones de tendón de Aquiles más frecuentes?
Es una inflamación del tendón. Surge como consecuencia de una sobrecarga muscular o una lesión. Y es muy frecuente en deportistas, principalmente en aquellas disciplinas en las que predominan el salto y la carrera.
No curar bien una tendinitis puede llevar a que aparezcan problemas a largo plazo, como tendinosis y rupturas. Para ello es importante inmovilizar la zona con la Tobillera elástica con almohadilla para el tendón de Aquiles y talonera Achillosil de Orliman. Esta ortesis alivia la tensión, el dolor y reduce la inflamación. Además su tejido produce un efecto compresivo, lo que fomenta la activación muscular.
Es otra de las lesiones de tendón de Aquiles más comunes. Es una degeneración del tendón. Eso significa que no se produce accidentalmente como la tendinitis sino que generalmente aparece por la acumulación de movimientos repetitivos que causan microdesgarros en el tejido. A veces también aparece por una tendinitis mal curada y por la edad. Hay que tener presente que una vez la estructura del tendón ha comenzado a degenerarse, este se va haciendo vulnerable y es más fácil que se rompa.
Es la inflamación de los tejidos que bordean el tendón de Aquiles. Se manifiesta con la hinchazón de la zona posterior del talón. Suele aparecer principalmente en mujeres por usar un calzado de tacón alto. Se caracteriza por el dolor, hinchazón y calor en la parte posterior del talón. Eso provoca dificultades para caminar y llevar calzado.
Se produce tras un desgarro en la parte posterior de la pierna. Principalmente al hacer deporte sin ningún calentamiento previo o por causa traumática. Según su intensidad puede ser total o parcial. Su tratamiento consiste en inmovilización, reposo y fisioterapia en el caso de ser una rotura parcial. En el caso de rotura total suele ser necesaria la cirugía.
El tendón de Aquiles es el más potente del cuerpo humano. Soporta fuerzas de hasta 10 veces el peso corporal cuando andamos, corremos o saltamos. Pero eso no significa que no pueda sufrir lesiones. Para prevenir las lesiones de tendón de Aquiles es importante realizar un buen calentamiento y un adecuado estiramiento si vas a practicar deporte, además de utilizar el calzado adecuado a cada actividad, que sujete bien el pie y amortigüe. Y si no haces deporte, debes cuidar tu peso y también prestar atención al calzado. Ni zapatos con tacones, ni zapatos muy planos. Además, intenta fortalecer los músculos del tren inferior. Eso hará que el tendón de Aquiles tenga más fuerza y equilibrio.