Lo más normal es que el dolor en el empeine te suceda cuando varías el calzado y estrenas zapatillas. Normalmente se reproduce en la zona media del pie, donde te anudas las zapatillas, y persiste aunque aflojes los cordones. ¿Qué te está pasando?

La causa más habitual, en este caso, es una sobrecarga muscular por una tensión inadecuada en uno o varios tendones. Como siempre, dicha sobrecarga suele deberse al uso de zapatillas inadecuadas, terreno irregular o un exceso de entrenamiento.
En realidad, el empeine del pie se compone de multitud de huesecillos, incluyendo los huesos de los “dedos” o metatarsos, junto a todos los pequeños huesos que se articulan entre sí para dar forma a la planta del pie.
En total, cada pie se compone de hasta 28 huesos, pero el empeine lo forman solo 10 de ellos: los cinco metatarsos (uno por cada dedo del pie), y los huesos escafoides, cuboides y las tres cuñas o huesos cuneiformes. Estos últimos son los encargados de mantener el puente del pie o bóveda plantar.
Además, entre todos estos pequeños huesos, también hay ligamentos y tendones musculares. En total hay hasta 9 tendones extensores (dos para cada dedo, excepto el quinto, que solo tiene uno).
Si se daña cualquiera de estas estructuras, por el motivo que sea, se llega a producir dolor. Puede deberse a una inflamación (tendinitis) o bien a una afectación ligamentosa o incluso ósea.
Tras repasar la anatomía, veamos algunas causas de dolor en el empeine.
¿POR QUÉ TE DUELE EL EMPEINE?
Las causas principales suelen ser dos: o tienes irritados los tendones del músculo extensor corto de los dedos (también llamado pedio) o están irritados los del tendón extensor largo de los dedos. ¿Cómo curarlo? Pon hielo en la zona y estira sin que te duela.
¿Cómo estirar el tendón largo de los dedos?
Tira del segundo al quinto dedo del pie hacia ti (no el pulgar, ojo). Notarás cómo se estira parte de tu pierna y el dorso del pie. Mantén diez o quince segundos y repite tres veces.
¿Cómo estirar el pedio o tendón corto de los huesos?
Estira de los radios de los dedos y de las bases (metatarsianos y nudillos de las falanges), notando que sólo estiras el dorso del pie. Repite tres veces durante diez o quince segundos.
No olvides el tarso
Chequea bien el tarso (la parte alta del pie junto al tobillo). Está repleta de huesos pequeñitos, que se pueden dislocar fácilmente. Piensa que en el pie hay hasta 26 huesos pequeños que lo forman. Si te duele, un buen vendaje funcional que «cierre» el pie, con cinta o esparadrapo, puede ser de gran ayuda.
Muévete
No olvides realizar ejercicios de movilidad laterales (moviendo el pie a ambos lados), rotando el tobillo y flexionando y extendiendo el pie. El equilibrio también refuerza la zona y evita el dolor.
Dolor en el empeine óseo: pie cavo y pie plano

Cuando el dolor en el empeine se debe a uno o varios huesos, existen dos situaciones bastante conocidas causantes del mismo.
Por un lado está el pie cavo, donde hay un empeine sobreelevado y prominente, aumentando excesivamente el arco plantar por una retracción tendinosa excesiva, separando las cuñas demasiado y provocando dicha alteración del arco.
Por otro lado está el pie plano donde, por el contrario, hay un empeine hundido, reduciendo excesivamente el arco plantar, donde las cuñas se encuentran compactadas.
En ambos casos se produce un roce excesivo con el calzado, una mala distribución del peso corporal y un exceso de tensión muscular secundario en cada pisada. Sin embargo, estos casos son menos típicos que la tendinitis como causa de dolor en el empeine.


