La piel cumple una función muy importante, ya que es la encargada de proteger al cuerpo de cualquier agente externo. La piel no tiene la misma consistencia o grosor en todas las zonas del cuerpo; por ejemplo, la piel de la cara es mucho más fina y más sensible que la de los pies, que es más densa y gruesa.
Esto se debe a que los pies contienen una capa más en la epidermis, la capa lúcida, es una capa que permite soportar todo el peso y mucha presión.

Por lo general, las alteraciones de pies secos se pueden apreciar sobre todo en la zona de los talones; aunque se pueden observar de manera más evidente cuando llega el verano, suele padecerse durante todo el año. Hay que matizar entre dos modalidades que suelen confundirse: la queratosis y la hiperqueratosis. La primera es cuando aparecen durezas en los pies; la segunda, cuando existe un crecimiento desmesurado de piel en ellos.
Causas de pies secos y agrietados
- La principal causa es la falta de hidratación de los pies.
- A causa de esta deshidratación, aparecen las descamaciones y engrosamiento. Además, aparecen grietas cuando la sequedad de los pies es muy extrema, llegando a doler e incluso a sangrar.
Hay que tener especial atención con las grietas sangrantes, pues son heridas abiertas muy cerca del suelo, por lo que se puede producir una infección.
Las grietas muchas veces son provocadas por usar calzado descubierto muchas horas seguidas.
- El tipo de pisada es también muy importante a la hora de desarrollar este tipo de problemas. Si la pisada no es correcta ni equilibrada, se producirá más apoyo y presión en las zonas equivocadas, lo que genera mayor fricción y, por consiguiente, un mayor sufrimiento.
- Las personas que padecen diabetes crónica tienen más posibilidades de padecer de pies agrietados y secos. Por desgracia, la diabetes es una enfermedad que castiga mucho los pies; por ello, hay que revisarlos periódicamente.
- Y hay que mencionar que las personas que son fumadoras suelen padecer de pies secos, agrietados y con más queratosis.
Consejos para prevenir los pies secos
Tener los pies secos y agrietados es muy común: todo el mundo lo padece al menos alguna vez en la vida durante un tiempo corto o prolongado. Esto es debido en general a la poca atención que reciben los pies, pues es un error muy común que todos solemos cometer. Para corregirlo, merece la pena prestar atención a estos consejos:
- Como ya hemos comentado, los pies secos se deben principalmente a una falta de hidratación. Por ello, se aconseja hidratarlos de manera continuada y con cremas específicas. Esto último es importante. También es bueno hacerlo a la noche con un suave masaje. Evitar echar crema entre los dedos, esta zona no se suele deshidratar.
- Hay que evitar calzados que produzcan lesiones: deben ser cómodos, sin costuras interiores y no tienen que apretar demasiado; además, el tacón no debe medir más de 3 centímetros para no tener malos puntos de apoyo.
- A ser posible cerrados y no abiertos.
- Los calcetines deben ser de algodón y sin costuras; además, hay que prestar atención a que no queden demasiado apretados.
- No hay que utilizar geles ni jabones que sean agresivos para la piel, para que nos destruyan nuestra barrera protectora.

BAÑO DE PIES PARA CURAR SU SEQUEDAD Y AGRIETAMIENTO
- Un cubo lleno de agua caliente donde quepan tus pies sumergidos.
- 3 cucharadas de bicarbonato de sodio
- Una piedra pómez (si no tienes puede ser una esponja o un cepillo)
- Crema hidratante
- Aceite de lavanda (opcional)
Preparación:
Para prepararlo, vierte el bicarbonato en el cubo de agua, hasta que se disuelva por completo. Si quieres darle un toque extra-relajante, agrega unas gotas de aceite de lavanda ¡Te sentirás en un spa!
Pon tus pies en el cubo, y déjalos ahí por 15 o 20 minutos. Puede ser un buen momento para mirar un poco de televisión o leer un buen libro: aprovecha el momento para hacer algo que te guste y descansar un poco.
Pasados esos minutos, usa la piedra pomez o el elemento que tengas para frotar la parte inferior de los pies.
Luego, aplica en los pies una crema hidratante o aceite de coco.
Finalmente, ponte unos calcetines para sellar la humedad dentro. Si haces este proceso antes de acostarte, no te quites los calcetines para dormir.
Si los pies están demasiado castigados, al principio puedes repetir el proceso una o dos veces por semana.
Pero una vez que notes la mejoría, puedes empezar a hacerlo 1 vez cada 15 días. Como ves, se trata de un proceso que lleva un esfuerzo mínimo, pero trae cambios muy notorios.
No descuides a tus pies, que son una parte muy importante de nosotros. ¡Mantenlos siempre bellos y bien cuidados!

